Por Tabaco VIP

Me llamo Tabaco VIP.
Y soy de los que se dejan hacer.

No soy de esos que llegan hechos, empacados, definidos.
Soy de los que se construyen a mano, entre rutinas, dedos y deseo.
Tabaco liar, me llaman.
Pero yo sé que no es solo eso.
Soy pausa. Soy decisión. Soy compañía.

Tú me eliges cuando no tienes prisa.
Cuando buscas ese instante de control en un mundo que no puedes controlar.
Me sacas del sobre, me acaricias, me tamizas.
Y entonces, con precisión casi ritual, me das forma.
No con máquinas. Con tus manos.
Con tu historia. Con tu pulso.

Dices que lo haces por economía, por sabor, por evitar aditivos.
Pero yo sé la verdad:
lo haces porque en ese momento, en ese pequeño gesto, mandas tú.
Porque ahí, entre tú y yo, no hay nadie más.

Tabaco natural, tabaco picado, mezcla rubia o negra.
Yo me adapto.
Me dejo liar, cortar, mezclar, reinventar.
Soy todo lo que tú quieras que sea.

Pero no te engañes.
Aunque parezca que mandas, también yo tengo mi parte.
Porque mientras tú me das forma…
yo me quedo en ti.

Soy parte del ritual, sí. Pero también de la repetición.
De ese gesto que se repite porque no puedes (o no quieres) dejar de hacerlo.
Y aunque a veces digas “hoy no”, siempre terminas volviendo a mí.

Así que líame. Hazlo bien.
Pero no olvides: lo artesanal también deja huella.

Firmado,
Tabaco VIP
(el que se deja liar… y después no se suelta)