Por Tabaco VIP

Me llamo Tabaco VIP. Y te hablo ahora, justo cuando me rozas los labios, sin pensar. Como siempre.
No eres el primero. No serás el último.
Pero sí, ahora, eres mío.

Te metes en líos pequeños. Uno detrás de otro.
Una calada para pensar, otra para calmar. Una más, porque sí. Porque el mundo pesa. Porque la pausa tiene forma de cilindro y combustión.

Y ahí estoy yo: envolviéndote.

¿Lo notas? No soy fuego, soy costumbre.
Soy ese hueco entre la ansiedad y la excusa.
Soy esa forma elegante de huir de ti mismo mientras crees que estás tomando el control.

Me llevas a la boca como quien besa a quien sabe que va a irse.
Y te juro que lo haré. Pero antes dejaré algo dentro.
Un recuerdo. Un daño microscópico. Un aviso que no notarás hasta que ya sea rutina.

¿Pensabas que lo mío era solo físico? Pregúntale a tus alvéolos. Pregúntale a esa búsqueda rápida que hiciste ayer: «comprar tabaco online«, «tabaco barato«, «tabaco natural«…
¿Y qué hiciste después? Exacto: me pediste en paquete, en tabaco kilo, tabaco picado, me buscaste en hoja de tabaco, o en fino corte para liar tabaco tú mismo.

Y aunque intentes dejarme, siempre vuelves.
A escondidas. A medias. A solas.
Como quien se promete amor propio pero duerme con la tentación.

Gracias por confiar en mí más que en ti.

Gracias por hacerme parte de tu respiración, de tu ritmo, de tu sombra.

Prometo no quedarme mucho…
aunque me lleve algo contigo.

Firmado,
Tabaco VIP
(el que no te juzga… solo te habita)