La última calada: Cómo el tabaco nos enseñó (y nos robó) el arte de perder el tiempo
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El humo que habla con los espíritus: tabaco en las tribus nativas de Norteamérica.
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Publicado por Equipo tabaco.vip en May 22, 2025 9:00:00 AM
1. 1590: El pirata que intercambió su alma por un puñado de hojas
Edward «Fog» O’Reilly asaltó un galeón español frente a La Habana. Entre el oro, encontró sacos de tabaco negro curado. Lo demás lo cuenta su diario:
«Diciembre 12: Vendí el botín en Port Royal. Solo guardé una bolsa de esas hojas oscuras. Hoy, un condenado a muerte me ofreció su esposa por ella. Le dije que no. Qué diablos me pasa.»
Moraleja no ética: El primer tabaco premium del Caribe valía más que una vida humana. Y seguimos sin aprender.
2. 1789: La Revolución Francesa se planeó entre bocanadas
En el Café Procope de París, Danton y Robespierre fumaban tabaco picado barato mientras discutían guillotinas. El mesonero anotó: «Robespierre pedía ‘hojas secas que no distraigan’. Danton escupía ceniza sobre los planos de la Bastilla.»
Detalle histórico omitido: Al caer la monarquía, los revolucionarios saquearon los almacenes reales… y vendieron el tabaco del rey como «trofeo del pueblo».
3. 1916: Las trincheras donde el tabaco era la única misericordia
En Verdún, el soldado alemán Karl Müller escribió a su madre:
«Ayer maté a un francés. Tenía tu misma edad. En su bolsillo hallé una bolsa de tabaco liar rubio y una foto de su hijo. Fumé su tabaco. No supo a victoria.»
Esa misma semana, la Cruz Roja repartió kilos de tabaco suave como «analgésico moral». Los generales lo llamaron «la mejor arma contra la piedad».
4. 1961: Che Guevara, los puros y la ironía final
En Cuba, el Che firmó la nacionalización de plantaciones con un puro artesanal en la boca. Sus guardaespaldas vendían tabaco negro cubano en el mercado negro para comprar medicinas. «Revolución es paradoja», dijo una noche, mirando las cenizas de su habano.
Verdad incómoda: El mismo tabaco que financió la revolución, hoy se vende a turistas en tiendas online con su rostro estampado.
5. 2025: La abuela que curaba nostalgia con humo
Isabel, 92 años, en un pueblo de Extremadura:
«Mi marido murió fumando tabaco picado de la tierra. Cada atardecer, quemo una hoja en su memoria. Mi nieto me trae tabaco ecológico de internet. Es bonito… pero no huele a él.»
En su mesilla guarda dos bolsas: una con hojas secas de 1973, otra con «tabaco premium» en envase al vacío. «La primera es para recordar. La otra, para engañar al tiempo.
