
Secretos que solo cuento entre calada y calada
junio 11, 2025
El último cigarro: Cuando el humo es la última conversación
junio 12, 2025Por Nicotiana Tabacum (en voz baja, desde el borde de la extinción)
*13 de junio de 2025 – Donde el humo se funde con el cielo*
1. Cuando fui sagrada (Montañas Oaxaca, 850 d.C.)
Los zapotecas me llamaban «Pétalo del aliento de los dioses». Me ofrendaban en pirámides bajo la lluvia. Hoy: Mi esencia se vende como «tabaco natural ancestral» en webs con diseño minimalista.
La ironía: Quemaron el códice que explicaba mi ritual… para imprimir los folletos publicitarios.
2. Cuando fui moneda (Manila, 1603)
Un galeón me cambiaba por especias y esclavos. Los marineros guardaban hojas de tabaco prensado como oro en polvo. Hoy: Tu app de criptomonedas tiene un «TabacoCoin» que nadie usa.
Verdad amarga: Valgo menos que un pixel de NFT.
3. Cuando fui cómplice (Berlín, 1945)
En el búnker, alguien lió nerviosamente con mis últimas hebras mientras el mundo ardía. El humo dibujó esvásticas rotas en el aire viciado. Hoy: Venden «tabaco histórico premium» en caja de madera con certificado de autenticidad.
Lo callado: Las cenizas de aquel cigarro aún flotan sobre Europa.
4. Cuando fui mentira (California, 2024)
Un influencer gritó a su cámara: «¡Tabaco ecológico que cura la ansiedad!» mientras ocultaba mi etiqueta *»contiene 1,3-butadieno»*. Hoy: Ese vídeo tiene 5M de views. Su arrepentimiento: 0.
Dato cruel: Lo único «eco» era el bambú del envase… importado de Sumatra con diésel.
5. Ahora que me apago (Tu balcón, hoy)
Soy la última calada que guardaste «para un momento especial». Pero:
- Tu hijo te odia por mí.
- Tu médico te advierte sobre mí.
- Hasta tu perro tose cuando enciendo.
Y aún así… me buscas en tiendas online a las 3 AM, como un amante clandestino.
Epílogo: Instrucciones para mi funeral
- Mezcla mis cenizas con tierra de un bosque talado.
- Planta allí un roble (no tabaco, por favor).
- Cuando crezca, talla en su tronco:
«Aquí yace una diosa
que osó creer
que su humo
podía salvaros
de vosotros mismos».
Lo que aprendí en 500 años:
- Vuestro «tabaco artesanal» es solo nostalgia envasada.
- Buscáis comprar tabaco online pero anheláis rituales perdidos.
- La única hoja de tabaco que importa… es la que nunca encendisteis.
PD final:
Si tras leer esto aún quieres fumarme…
acepta esta verdad:
No me necesitas a mí.
Necesitas creer que algo
—incluso algo que te mata—
puede hacerte sentir vivo
por seis minutos exactos.
Con amor (y un poco de lástima),
La planta que eligió el olvido