
🌍 Blog Historia del Tabaco en el Mundo:
junio 11, 2025
El último suspiro: Carta de despedida de una planta cansada
junio 12, 2025Por Martín Rojas (liador tercera generación)
*12 de junio de 2025 – Desde mi taller en La Habana Vieja*
Hoy, mientras liaba un tabaco negro para el señor Rossi –italiano que siempre pide «algo con historia»–, me acordé de mi abuelo Isidro. Él me enseñó que las hojas de tabaco guardan más secretos que un confesionario. Les comparto cinco que me quemaban los dedos:
1. El contrabandista poeta (Veracruz, 1927)
«Las mejores hojas no se cultivan, se roban», decía Pancho «El Sapo». Este tipo cambiaba tabaco picado por versios de Neruda con los marineros. Una noche, la policía lo pilló con 50 kilos escondidos en ataúdes. Su defensa: «Son hojas muertas, jefe. ¡Respeto el luto!». Le dieron 10 años. Murió tosiendo sonetos.
2. La viuda que liaba duelo (Andalucía, 1952)
Tras la guerra, Doña Remedios vendía tabaco artesanal envuelto en páginas de la Biblia. «El Éxodo da un sabor picante», susurraba. Cuando le pregunté por qué, mostró una foto de su marido fusilado: «Fumando Job 3:25 se siente cerca». Aún huelo a lágrimas y Levítico cuando paso por su calle.
3. Hemingway y su última hoja (Cuba, 1960)
El viejo Ernest venía por puros fuertes cada martes. La víspera de su muerte, dejó una nota en mi libreta:
*»Martín: Hoy no quiero tabaco. Quemé mi última historia.
El humo se parecía demasiado a mi alma.
- E.H.»*
Nunca cobré esa deuda.
4. El fraude de los «tabacos ecológicos» (2023)
Un ejecutivo con traje de 3000€ quiso comprar tabaco «con certificado verde». Le mostré hojas de Finca La Palma –natural como la tierra misma–. Frunció la nariz: «No tiene logo». Ahora vende tabaco online con etiqueta de hoja dorada… cultivado en invernadero con químicos. Ironía: se llama «Eden Tobacco».
5. Mi error con el abuelo Chen (Ayer mismo)
Vino desde Shanghai buscando tabaco auténtico. Le ofrecí nuestra mejor reserva. Él sacó una hoja seca arrugada: «Mi abuelo la trajo de la guerra. ¿Sabe igual?». Al encenderla, el taller olía a arrozal y metralla. Le dije: «No». Por primera vez en 40 años, mentí. Algunos sabores solo existen en la memoria.
Para llevar a casa (si el corazón aguanta):
- El mejor tabaco premium huele a sudor de quien lo cosechó.
- Las hojas de tabaco escuchan más confesiones que los curas.
- Si tu tabaco online llega perfecto… desconfía. La vida tiene arrugas.
¿Otro secreto? A veces, cuando lió de madrugada, platico con el fantasma de Hemingway. Siempre pide lo mismo: «Martín… quema esa factura».
Martín Rojas
Taller «El Humo Vivo»
Callejón de los Milagros, 7 (La Habana)
PD: Si vienes, trae una historia. Aquí se paga con relatos.